Mucha gente me dice:
- ¿Por que no lo compras? tardarías menos....
A lo que yo contesto:
- Con lo que disfruto pensando la idea, preparando los materiales y haciéndolo, no tiene precio, además de la satisfacción de hacerlo tú misma.
Pasamos unas semanas de lío en casa, todo revuelto, noches de preparativos, pero siempre merece la pena.
Para este disfraz, necesitamos una camiseta blanca a la que iremos cosiendo boas, de arriba hacía abajo, hasta completar todo el cuerpo.
Cosemos una cresta a un gorro de piscina, unos leotardos amarillos para las patas de los pollitos y para simular los dedos unos guantes de cocina.
Muy calentito, las boas abrigan bastante y además debajo del disfraz te puedes poner mucha ropa, cuanto más ropa, más gordito estará el pollito.
Por supuesto, los papás también nos disfrazamos.